… La venta del cobalto, utilizado en las baterías de iones de litio, se extrae de minas donde trabajan en peligrosas condiciones niños de hasta tan solo siete años, además de adultos.
Amnistía Internacional y Afrewatch [especializada en investigar vulneraciones de derechos humanos en la extracción de minerales], manifestaban en un informe titulado “This is what we die for: Human rights abuses in the Democratic Republic of the Congo power the global trade in cobalt” y publicado el 19 de enero: Hay grandes marcas de aparatos electrónicos, como Apple, Samsung y Sony, que no hacen comprobaciones básicas para asegurarse de que en sus productos no se utilice cobalto extraído con mano de obra infantil.
“Es una gran paradoja de la era digital es que algunas de las empresas más ricas e innovadoras del mundo puedan vender aparatos increíblemente avanzados sin tener que demostrar dónde adquieren la materia prima para sus componentes”, ha añadido Emmanuel Umpula, director ejecutivo de Afrewatch (Africa Resources Watch).
«Millones de personas disfrutan de los beneficios de las nuevas tecnologías pero raramente se preguntan cómo se fabrican», afirma Mark Dummett, investigador de Negocios y Derechos Humanos de Amnistía Internacional. «El glamuroso escaparate de la tienda y todo el marketing de las tecnologías suponen un cruel contraste con los niños llevando sacos de rocas y mineros en estrechos túneles hechos a mano exponiéndose a daños pulmonares irreversibles».
Minas mortales y trabajo infantil
La RDC produce al menos el 50 por ciento del cobalto del mundo. Uno de los mayores procesadores de mineral del país es la filial CDM de Huayou Cobalt. Más del 40 por ciento del cobalto que adquiere Huayou Cobalt es de la RDC.
Los mineros que trabajan en las zonas donde CDM compra el cobalto corren riesgos para la salud a largo plazo y un alto riesgo de sufrir accidentes mortales. Al menos 80 mineros artesanales murieron en los túneles en el sur de la RDC sólo entre septiembre de 2014 y diciembre 2015. Se desconoce la verdadera cifra, pues muchos accidentes no se registran, y se dejan los cadáveres enterrados bajo las rocas.
El equipo de investigación de Amnistía Internacional comprobó también que la gran mayoría de los mineros pasan a diario largas horas trabajando con cobalto sin el equipo de protección más básico, como guantes, ropa de trabajo o mascarillas para prevenir enfermedades de pulmón o de piel.
Los niños entrevistados por Amnistía Internacional dijeron que trabajaban hasta 12 horas diarias en la mina, llevando pesadas cargas, para ganar entre uno y dos dólares al día. En 2014 había alrededor de 40.000 niños trabajando en minas en todo el sur de la RDC, muchas de ellas de cobalto, según UNICEF.
Paul, huérfano de 14 años, comenzó a trabajar en la minería a los 12. Dijo al equipo de investigación que, como pasaba tanto tiempo bajo tierra, estaba constantemente enfermo:
“Pasaba 24 horas allí abajo, en los túneles. Llegaba por la mañana y me marchaba a la mañana siguiente […] Tenía que hacer mis necesidades allí abajo […] Mi madre adoptiva quería que fuera al colegio, pero mi padre adoptivo estaba en contra y me explotaba haciéndome trabajar en la mina.”
“Los riesgos para la salud y la seguridad convierten la minería en una de las peores formas de trabajo infantil. Unas empresas cuyas ganancias globales ascienden a 125.000 millones de dólares no pueden afirmar con credibilidad que les resulta imposible comprobar de dónde proceden los minerales esenciales para sus productos”, ha manifestado Mark Dummett.
“La extracción de los materiales básicos que ponen en funcionamiento un automóvil eléctrico o un teléfono inteligente debería llevar prosperidad a los mineros de la RDC. Pero lo cierto es que llevan una vida miserable, trabajando hasta el agotamiento para no ganar casi nada. Las grandes marcas pueden cambiar esta situación.”
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Cobalto, coltán… que mal amiga Loli que nuestro supuesto progreso se base en la esclavitud de los demás. Somos una sociedad infantil que llena su tiempo con juguetes mientras el resto de planeta sufre.
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Sí cariño. 😥
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Mucha gracias por esta interesante entrada.
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Por favor Gabriel, ¡gracias a ti! Siempre.
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Si fuera solamente la explotación de los que trabajan en estas minas, pero -y es lo que no dicen estos ONG’s bien intencionadas como AI- toda Centro Africa, donde hay montón de materias primas de toda clase que necesitamos para nuestro bienestar,está involucrado en guerras provocadas, llevadas o inducidas por occidente!
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Tu apunte bien podría ser la guinda — perfecta, en este y en tantos otros post de este humilde blog luciérnaga.
Mil gracias…
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Muchas gracias por tan interesante entrada
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Yo también soy responsable de esto ;(
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Todas y todos somos — en mayor o menor medida, responsables… 😥
Un abrazo enorme, ¡gracias, de corazón!
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Parece mentira que la riqueza de un pais sea a la vez miseria, muerte y tumba de sus habitantes. Todos tenemos una parte de culpa, no nos engañemos, cada uno de esos juguetes de los que habla Marisinde es una condena más para esos niños. Los hipócritas se esconden tras el argumento de que por lo menos esos niños tienen un medio de vida ¡manda huevos!…un medio de muerte, más bien. El progreso nos devora sin remedio, sin resistencia. Besos, Loli
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… Sin resistencia.
Que duro icástico, tanto o más como la verdad y crueldad que representa.
Besos mil, crack. Gracias…
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