Lopesino

No hay escape humano, ni sublime valor supremo (…)

Cuando escribí estas letras o estas otras no era consciente –decían. Ni actualmente, se podría decir qué en cada instante (…) Ser consciente ante lo inexplicable y por mucho que te cuenten o digan, ni siquiera ayuda –es un adán embuste.

Falaz, matizar el surco de entonces en el todavía justificante y repulsivo inoperante. Inane cuestión, la que de manera insistente he repetido a mi misma desde la exasperación primero y la aflicción más tarde: «¿Por qué a él, a mí?» Porque, la vida en sí es un suma y resta. 

Fácil de proclamar, escribir, inclusive pensar… pero muy difícil de sentir realmente; llevar a cabo. Y es que –hoy por hoy– quiero ver finalizar embustes, justificaciones y un largo sinfín de estupideces. Necesito vivir lo más cerca posible del presente y tener lejano el cuento, muy a pesar de lo que ello signifique y como nunca antes; al parecer llegó la hora. No obstante, espera, tu esencia persiste intacta; la profundidad de tu fortaleza y enseñanza.

Lamentablemente, de igual forma la misma cantinela persiste sobre lo que se conoce de sobra, y es que –maldita sea nada se parece a entonces. Que no me avergüenza el hipo debido al llanto, afligida, que mis pulmones aún rebosan idéntica sangre por no respirar tu aire, padre.

Como máxima -te lo ruego- atiende: «Hoy sigo expirando por escucharte, contarte, por tenerte junto a mí de nuevo –más muero infinitamente por no olvidarte» Papi.

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–Lola Lopesino

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Son las 2.00 horas mientras termino –no puedo dormir como casi siempre papá, decía que ojalá pudiera contarte, dialogar como lo hacíamos siempre y así (…) No doy crédito a lo que escucho por enésima vez, que evidentemente (ah, ah, ah) va adelante según ellas, porque la mayor dificultad que entraña la lucha contra estos delitos en las filas de los ‘cascos azules’, consiste en que la ONU no puede castigar a los culpables, ya que esta es una prerrogativa del país que los envía (!)

01/05/2015: «Francia denunciada por violaciones en África«. —El tema había sido denunciado por el gobierno centroafricano hace casi un año en la ONU e incluso llegaron en julio de 2014 a la justicia francesa, por abusos sexuales de las tropas francesas de intervención, pero el tema inexplicablemente se mantuvo escondido y no hubiera salido a luz, de no ser por un empleado sueco, Anders Compás, de ese organismo que lo hizo público… Ahora ese funcionario de Naciones Unidas se expone a ser procesado, por revelar información secreta sin autorización, además de que ya fue expulsado del organismo internacional.

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¡Malditos, todos! Si te parece, me extenderé aquí mañana, soy incapaz de seguir puliendo…